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martes, 31 de diciembre de 2013

UNA HIPÓTESIS SOBRE LA PREVENCIÓN DEL MELANOMA (VII)

                                            Apuntes sobre nuestra dieta en 2003

Vamos a analizar someramente la dieta que hacíamos en el año 2003, cuando nos desaparecieron los lunares.

Dieta habitual


Dieta variada con comidas caseras ajustada en general a las normas dietéticas.

No se ajustaba a las normas dietéticas en que comíamos más carne (variada) menos verduras y más  galletas y alimentos dulces de lo recomendado. Los alimentos dulces (bizcochos, tartas, postres, dulces, eran  generalmente caseros).

Utilización de aceite de oliva virgen extra.

Escaso consumo de grasas trans.

Pan integral o de cereales diario.

Legumbres (lentejas, judias, garbanzos) unas dos veces a la semana.

Pasta italiana más de dos veces por semana.

Consumo variado de arroz, paella, patatas (en diferentes formas), tortilla de patatas, huevos, puré de verduras, ensaladas, pizza.

Vino diario (a veces cerveza).

Pescado mas de dos veces por semana.

Tomate frito más de dos veces por semana.

Café diario.

Productos lacteos diarios.

Frutas a diario (Manzanas, naranjas, plátanos etc.).

Además tomábamos otros alimentos diariamente:

Mermeladas de frutas del bosque, polen, cacao o chocolate negro y té.

La dieta era ligeramente hipocalórica y además realizabamos ejercicio al aire libre diariamente.

El Instituto Americano del Cáncer reconoce la importancia del ejercicio en la prevención del cáncer.

Respecto al régimen ligeramente hipocalórico, se ha demostrado efectivo en la prevención del cáncer y otras enfermedades y en la prolongación de la vida media y máxima de muchas especies y es muy probable que también funcione en el hombre. En el libro de Biología, de segundo de bachillerato de nuestro hijo leemos: “Una dieta moderada, restringida en calorías, pero sin carencias, estimula la autofagia e incrementa la actividad de las proteínas sirtuinas, procesos que aumentan la longevidad y nos protegen del cáncer” .

Aunque una buena  alimentación (la nuestra creemos que en general lo era), el ejercicio y el régimen ligeramente hipocalórico es importante a largo plazo en la prevención del cáncer, la desaparición de nuestros lunares empezó de golpe, y parece lógico pensar que surgió por algún alimento o  combinación de alimentos no habitual.

En febrero de 2009 empezamos una prueba para ver si podíamos repetir los resultados del año 2003.

La mayoría de los alimentos que se han relacionado con propiedades antiangiogénicas, apoptóticas, anticancerígenas son vegetales ricos en fitoquímicos, por tanto nos íbamos a centrar en ellos.

En nuestro caso no consideramos alimentos que aunque dentro de este grupo no utilizabamos habitualmente en 2003, como setas, granada, mango.

Dejando aparte la influencia que pudiera o no haber tenido la alergia, pensamos que el efecto podía ser el resultado de cantidad, de  interacciones o  de componente único en algún alimento.

Teníamos dos problemas: solamente nos vimos un lunar en la pierna derecha (no sabemos si no se nos había quitado en 2003, o si, como consideramos más probable, nos había surgido en los seis años transcurridos desde entonces).

El otro problema era que no encontramos anotaciones de los días inmediatamente anteriores al día 17 de febrero de 2003, que nos hubieran facilitado mucho las cosas. Somos un poco anárquicos y a veces hacíamos anotaciones en hojas sueltas y algunos días no las hacíamos. Encontramos anotaciones de los días 5 y 6 de febrero y de los meses anteriores. También teníamos anotaciones posteriores al 17 de febrero.

Decidimos utilizar los alimentos que habíamos utilizado habitualmente en esos días anteriores y posteriores y que sabíamos eran ricos en fitoquímicos, o se habían relacionado con propiedades anticancerígenas.

Entre ellos escogimos vino tinto, manzanas con piel, chocolate o cacao, te verde y negro, polen de abejas y mermeladas de frutas del bosque, que empleamos diariamente. Además seguiamos haciendo nuestra dieta habitual.

La dieta habitual era un poco diferente a la de 2003. Utilizamos leche de soja en lugar de leche w-3; pan de varios cereales en lugar de pan integral y algunas especias como cúrcuma y pimienta negra u orégano de forma ocasional. El resultado fue positivo y el lunar de la pierna desapareció.

Esta prueba nos convenció de que el resultado de 2003 no se debía a ningún elemento extraño que hubiéramos utilizado en los días anteriores y de que los efectos eran debidos probablemente a alguno de los alimentos que habíamos seleccionado o su combinación.

También nos permitió eliminar como sospechososos (de momento) la leche omega 3, la leche de soja, el pan integral y el pan de siete cereales.

Hicimos también pruebas ligeramente diferentes y de corta duración en nuestra familia sin resultados visibles. Como comentamos en la primera parte pensamos que la razón más probable para que no funcionaran es que ellos no tenían alergia.

Hicimos un comentario en nuestro diario el día 17 de febrero de 2003 que pensamos es clave pero cuya falta de precisión al principio nos confundió: “Mi mujer ha comprado mermeladas de frutas del bosque, 57 % de fresas, frambuesas, cerezas y grosellas … Me he tomado tres cucharaditas colmadas”.

Como era también el día en que notamos que los lunares se estaban secando, nos parecía extraño que las mermeladas hubieran actuado tan rápido. Por la anotación no queda claro si empezamos a tomarlas ese día o si habíamos empezado algún día antes.

Nuestras sospechas apuntaban cada vez más hacia las mermeladas de frutas del bosque.
Realmente, el efecto lo notamos cuando empezamos a tomar mermelada de frutos del bosque y, concretamente, de fresas, frambuesas, cerezas y grosellas. Por tanto estas mermeladas  eran esenciales.



El escaso periodo de tiempo para que tengan efecto, que al principio nos hizo quitarles importancia, no es inconveniente. Hemos comprobado que las mermeladas pueden actuar en unas 24 horas, como comentamos en  el siguiente post, aunque la comprobación la hemos realizado en un efecto diferente relacionado con la depresión. 

Si observamos el siguiente cuadro del Instituto Linus Pauling, vemos que las frutas del bosque destacan por su contenido en antocianinas sobre los otros alimentos que consideramos sospechosos de tener algún efecto. 


Table 2: Anthocyanin, Flavanol and Proanthocyanidin Content of Selected Foods (mg/100g or 100 ml*)

Anthocyanin-rich foodsAnthocyaninsFlavanolsProanthocyanidins
Blackberry89-21113-196-47
Blueberry67-183188-261
Grapes, red25-92244-76
Raspberries (red)10-8495-59
Strawberry15-75-97-183
Red wine1-351-5524-70
Plum2-251-6106-334
Red cabbage250-
Red onion13- 25--
Blood orange juice3-10--
Flavanol-rich foodsAnthocyaninsFlavanolsProanthocyanidins
Green tea-24-216-
Black tea-5-1584
Chocolate, dark-43-6390-322
Apple, red delicious with peel1-42-1289-148
Apricot-10-258-13




Analizando los alimentos que tomábamos en los meses anteriores vemos que grosso modo y en conjunto parece que reúnen las sustancias contenidas en los frutos del bosque:

Vino.- resveratrol, quercitina, fibra soluble, taninos, antocianinas, proantocianinas, flavanoles.

Almendras, nueces.- ácido fítico, ácido elágico, fibra

Cacahuetes.- resveratrol, fibra, acido fítico

Te verde .- flavanoles, catequinas

Te rojo.- flavanoles, catequinas, proantocianidinas

Chocolate.- flavanoles, proantocianidinas, antocianidinas, catequinas, fibra

Manzana.- flavanoles, quercitina, fibra, catequinas

Polen.- selenio, carotenos, antocianinas

Si las sustancias que produjeran los efectos sobre los lunares fueran las antocianinas, entonces sería una cuestión de cantidad y la mayoría de los alimentos anteriores también contribuiría a aumentar la cantidad aportada por las mermeladas. Sin emargo no tenemos seguridad de que sean las antocianinas, puede ser cualquier otra sustancia contenida en las mermeladas o algún producto que interaccione con otros. De lo único que estamos seguros es de que la mermeladas son esenciales.

Conclusiones provisionales

1.- Tenemos un estilo de vida y unos alimentos que provocaron la desparición de nuestros lunares en 2003 y que es probable que produzcan el mismo efecto en otras personas.

2.- Creemos que la alergia, y en especial la dermatitis es necesaria para que funcione.

3.- Notamos el efecto cuando empezamos a tomar mermelada de frutos del bosque .

4.- Con los alimentos que tomabamos anteriormente nunca nos pasó a pesar de ser ricos en antioxidantes y en sustancias parecidas a las contenidas en las frutas del bosque, por lo que pensamos que estas deben tener alguna sustancia no contenida en aquellos. También podría ser que la cantidad de algunas sustancias (como las antocianinas) alcanzaran un punto crítico.

5.- Como los frutos del bosque los tomábamos en forma de mermelada, nos hemos preguntado si esta forma de preparación podría aumentar la disponibilidad de los fitoquímicos, de la misma forma que ocurre con el licopeno del tomate, que aumenta al estar frito o cocido. La respuesta afirmativa la hemos encontrado en los doctores del CSIC Francisco Tomás Barberá y Federico Ferreres. Según ellos las mermeladas de fresas y frambuesas tienen mayor poder antioxidante que los frutos crudos, debido a que se rompen las grandes moléculas que contienen en otras más pequeñas que permiten su absorción que de otro modo no ocurriría.