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domingo, 17 de noviembre de 2013

Los probióticos, los prebióticos y el microbioma (1)

                                                              Introducción

Podemos decir que estamos tapizados de microbios, tanto por fuera, en nuestra piel, como por dentro, en las mucosas de nuestro aparato digestivo principalmente, pero también en gran cantidad en la vagina. En los aparatos respiratorio y genitourinario, los microbios abundan en las partes más próximas al exterior, como las fosas nasales, los órganos genitales, la uretra. Las partes más interiores, normalmente son estériles, los microbios se mantienen a raya por diferentes mecanismos, pero siempre existe el riesgo de una infección. Últimamente se ha descubierto que en la leche materna existen también  cientos de especies de bacterias (unas 600). Desconozco y me intriga  en qué lugar se alojan dentro del cuerpo.

Los descubrimientos son cada vez más sorprendentes e importantes. En los últimos años se están multiplicando los estudios sobre los microbios que habitan con nosotros.

Por suerte, Linneo, el gran clasificador de los animales, no tenía razón cuando decía refiriéndose a los microbios: "Son demasiado pequeños, demasiado confusos; nadie sabrá nunca nada con exactitud acerca de ellos. Los pondremos sencillamente en la clasificación de Caos" (1).

Pero  lo que se conoce sobre los microbios que conviven con nosotros es todavía muy poco. De forma similar a la exploración de una terra incognita, los tesoros por descubrir y los hallazgos prometen ser asombrosos. Yo estoy convencido de que estamos ante una nueva revolución en Medicina.

 Veamos un ejemplo de estos prometedores descubrimientos: el Dr. Alejandro Mira comenta en su conferencia, dentro del ciclo "¿Cuánto vamos a vivir?", que una colaboradora suya dijo, en una cena informal, que ella nunca había tenido caries y que su novio desde que estaba con ella tampoco las tenía. Analizaron sus bacterias y vieron que tenía una especie que no aparecía en los que tenían caries. La han bautizado como Strectococcus dentisani. La cultivaron en una placa junto con las bacterias productoras de caries y vieron que la bacteria producía unas sustancias que mataban a las productoras de caries. Actualmente están tratando de desarrollar algún alimento funcional como un yogur con esta bacteria para utilizarlo como prevención de la caries. También en lugar del (o además del) yogur podría utilizarse un chicle o un enjuage bucal.¿Se imaginan que pudieramos tener los dientes perfectos, solo con una transferencia de bacterias de este tipo? Quizás las cosas no sean tan sencillas, supongo que como pasa con la resistencia a los  antibióticos, puede surgir alguna bacteria productora de caries que resista a Strectococcus dentisani, pero de todas formas las perspectivas son fabulosas. ¿Cómo no se le ha ocurrido antes a nadie?

A mí siempre me ha llamado la atención el consejo de cepillado de dientes, complementado con cepillado de lengua y con enjuages, con lo que estamos atacando a todas las bacterias de nuestra boca, buenas o malas. Siempre me he preguntado si no estaríamos haciendo con estos procedimientos más mal que bien. En la boca tenemos más de setecientas especies de bacterias, desconocidas en gran parte.

Curiosamente, Anthony Leeuwenhoek, el primero que observó los microbios, se dio cuenta por causalidad de una forma por la que se podían matar las bacterias de la boca. Tenía la costumbre de beber, de vez en cuando, por las noches, y a la mañana siguiente se curaba la resaca bebiendo grandes cantidades de café muy caliente hasta que arrancaba a sudar. Una de esas mañanas le dio por observar un poco de sarro de sus dientes incisivos, comprobando lleno de sorpresa que todos los microbios estaban muertos. Con experimentos posteriores se cercioró de que era la temperatura elevada del café la que los mataba.

Interesado por el asunto, acudo el  siete de noviembre a la conferencia "Los probióticos: nueva herramienta de control de la grasa corporal" incluida en el ciclo de la XIII Semana de la Ciencias  de Madrid. La conferencia impartida por el Dr. Gonzalo Guerra Flecha fundador de EMED (dónde se celebraba) y por Julia Farré (dietista) y Laura García (responsable científica de Laboratorios Inneov) me pareció bastante interesante.

Algunas  cosas que se dijeron fueron:

-La colitis pseudomembranosa se puede combatir con Lactobacilus ramnosus .

-El Lactobacillus jhonsonii combate el Helicobacter pylori y también puede reparar los daños del sol.

-El Lactobacilus ramnosus LPR contribuye a la perdida de peso, hace perder más grasa en relación al placebo y conserva más masa muscular. Esto se ha demostrado en dos ensayos doble ciego con placebo.


El tema de los probióticos y prebióticos es complejo y las informaciones, a veces, contradictorias y confusas. A esto se unen los intereses comerciales y la falta de escrúpulos de algunas compañías de alimentación o de otras, que con su publicidad engañosa contribuyen a crear aún más confusionismo.
Un ejemplo de publicidad engañosa es Danone. A alguno le sorprenderá esta afirmación, pero una prueba clara de que es cierta es la multa de 21 millones de dolares que le pusieron en Estados Unidos en 2011, por publicidad engañosa. ¿Quién no ha oído lo del "Actimel activa tus defensas"?
En el año 2009 en Alemania le concedieron el profiterol de oro a la peor mentira publicitaria.
Pero Danone sigue erre que erre . Hace poco he visto una publicidad de Activia que no tiene desperdicio: "Activia, más fruta y mejor". ¿Es que antes la fruta era de mala calidad? Y para colmo, la barriga feliz de Arguiñano.

Actualmente han encontrado un resquicio de la ley por donde colarse: la vitamina B6. 
"...Le habían puesto vitamina B6 a los ingredientes y, con el sistema del asterisco, le atribuían a este micronutriente la ayuda al sistema inmune y no a su exclusivo Lactobacillus casei DN-114001…que ahí seguía en su papel de protagonista."(2)

De todo esto no debe inferirse que su yogur o leches fermentadas no sean buenos, sino que sus alegaciones de salud no están demostradas, o inducen a confusión. 

Me surgen muchas dudas y preguntas y decido profundizar en el tema.

Estos artículos son el fruto de mis pesquisas.


                                                             Historia


Los microbios han sido la mayor causa de muerte a lo largo de la historia de la Humanidad.Sin embargo, hasta el siglo XVII en que Leeuwenhoeck los vio con su microscopio en una gota de agua de lluvia, no se tenía conocimiento de su existencia.

El médico italiano Girolamo Fracastoro escribió en 1546  "De contagione et contagiosis morbis" en el que dice que existían vectores de infección que  hospedaban a la semilla esencial del contagio y causaban la infección. Llamó fomes a estos vectores. Sin embargo no sospechó que estos fomes pudieran estar vivos.

Lázaro Spallanzani en el siglo XVIII y Pasteur en el XIX demostraron que los microbios no surgen por generación espontánea. En la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX se descubrió el papel de los microbios como productores de enfermedades, por el químico francés  Pasteur y el médico alemán Robert Kock y otros muchos científicos.

 Pero el primero que utilizó los microbios (buenos) de forma oral y deliberada, para producir un beneficio fue Eli Metchnikoff. Pensaba que el envejecimiento se producía por las putrefacciones en el intestino.



Se enteró de que los búlgaros eran muy longevos y que consumían grandes cantidades de yogur. Atribuyó esta longevidad al consumo de yogur y recomendó que se consumieran bacterias lácticas (en forma de yogur o de otra forma) para contrarrestar los efectos perjudiciales de las bacterias de la putrefacción del intestino. Pensaba que los productos de esas bacterias de la putrefacción eran los resposables del envejecimiento, y que el ácido láctico de las bacterias ácido lácticas (BAL) como el Lactobacillus bulgaricus impedían su desarrollo y contrarrestaban sus efectos. Él mismo se atiborró de bacterias lácticas y yogur durante varios años. Murió a los 71 años.

Parece lógico pensar que a él los lactobacilos no le alargaron mucho la vida. Pero su idea general de contrarrestar unas bacterias con otras sigue siendo válida. Quizá los lactobacilos que él utilizó o la forma de administración no eran los más apropiados. Actualmente se están descubriendo auténticos probióticos como, por ejemplo, Strectococcus dentisani. También se están empleando métodos novedosos y sorprendentes como, por ejemplo, el trasplante de heces de una persona sana a otra, con problemas graves de diarrea debida a Clostridium dificcile, con excelentes resultados.

El pediatra francés Henry Tissier observó en 1906 que las heces de los niños con diarrea tenían muy escasa cantidad de unas bacterias en forma de Y. Estas bacterias "bífidas" eran muy abundantes en las heces de los niños sanos. Sugirió la administración de estas bacterias para la restitución de la flora intestinal normal.


"En 1917, antes del descubrimiento de Alexander Fleming de la penicilina, el profesor alemán
Alfred Nissle aisló una cepa no patógena de Escherichia coli de las heces de un soldado de la
Primera Guerra Mundial que no había desarrollado enterocolitis durante un brote grave de
shigelosis. Los trastornos del tracto intestinal frecuentemente eran tratados con bacterias no
patógenas viables, para cambiar o reemplazar la microflora intestinal. La cepa de Escherichia
coli de Nissle 1917 es uno de los pocos ejemplos de un probiótico no BAL." (3)



Definiciones de probióticos, prebióticos y microbioma

Probiótico

"El término “probiótico” fue introducido por primera vez en 1965 por Lilly y Stillwell; a
diferencia de los antibióticos, se definió al probiótico como aquel factor de origen
microbiológico que estimula el crecimiento de otros organismos. En 1989, Roy Fuller enfatizó
el requisito de viabilidad para los probióticos e introdujo la idea de que tienen un efecto
beneficioso para el huésped." (3)

Los probióticos son microorganismos vivos que, al administrarse
en cantidades adecuadas, confieren un beneficio a la salud al huésped.

"Una cepa probiótica se cataloga en base a su género, especie, y a una designación
alfanumérica. En la comunidad científica se ha acordado una nomenclatura para los
microorganismos — por ejemplo, Lactobacillus casei DN-114 001 o Lactobacillus
rhamnosus GG.
Género Especie designación de la cepa Lactobacillus rhamnosus GG.
Género Especie designación de la cepa Lactobacillus casei DN-114-001" (3).


Prebióticos

 Sustancias no digeribles que brindan un efecto fisiológico beneficioso al huésped,
estimulando selectívamente el crecimiento favorable o la actividad de un número
limitado de bacterias autóctonas.


Microbioma

" El término microbioma lo acuñó en 2001 Joshua Lederberg, biólogo molecular estadounidense que fue uno de los tres investigadores que obtuvieron en 1958 el Premio Nobel de Medicina; a él se lo otorgaron por sus estudios genéticos en bacterias. Originalmente, “microbioma” se refería al conjunto de genes de nuestros microorganismos comensales que forman la microbiota, pero hoy en día ambos términos se usan como sinónimos.

Estos microbios benignos que nos colonizan aportan más genes vitales que nuestro propio genoma: el ADN de un humano consta de unos 22 000 genes funcionales, mientras que los organismos del microbioma humano contribuyen con unos 8 000 000 de genes; es decir, 360 veces más. El microbioma ha sido llamado “el órgano olvidado”, por las importantes funciones que desempeña en nuestro cuerpo." (4)

En el año 2007 se comenzó el Proyecto del  Microbioma Humano (PMH) en el que participan unos 250 científicos americanos.

¿Cómo adquirimos el microbioma?

"La invasión se inicia desde el nacimiento.Por ejemplo, Kjersti Aagaard Tillery, del Baylor College of Medicine en Houston, Texas, encontró que la composición de los microorganismos que habitan en la vagina cambia durante el embarazo: comienza a proliferar el Lactobacillus johnsonii, bacteria que produce enzimas digestivas y que normalmente se encuentra en los intestinos. Así, durante un parto normal el bebé quedará expuesto a éste y otros microbios que lo preparan para poder digerir la leche materna.
Las bacterias que adquirimos al nacer van formando comunidades que se quedan con nosotros a lo largo de toda la vida; esto es, cambian al irse adaptando al desarrollo de nuestro cuerpo y a las condiciones en que nos encontremos, como la humedad, la temperatura, lo que comemos y los medicamentos que tomamos. Es por eso que la composición del microbioma es particular de cada individuo. Cuando se dieron a conocer los resultados del PMH, Curtis Huttenhower, uno de los investigadores del proyecto, señaló que lograron establecer que “la firma microbiana de cada persona es única, de manera muy semejante a cómo el genoma de un individuo es único”." (3)


Esta entrada participa en el XXVII Carnaval de Biología, cuyo blog anfitrión es La Aventura de la Ciencia del físico y divulgador Daniel Martín Reina.


Referencias


1 De Kruiff, Paul, Cazadores de Microbios, Ediciones Nueva Fénix

http://scientiablog.com/2012/06/18/la-verdadera-historia-del-actimel-ii-me-siento-enganado-por-danone/

http://www.worldgastroenterology.org/assets/downloads/es/pdf/guidelines/19_probioticos_prebioticos_es.pdf

http://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/167/el-microbioma-humano