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viernes, 24 de mayo de 2013

UNA HIPÓTESIS SOBRE LA PREVENCIÓN DEL MELANOMA ( V )


SEGUNDA PARTE


ANÁLISIS PRELIMINAR DEL INFLUJO DE DETERMINADOS ALIMENTOS EN LA DESAPARICIÓN DE LOS LUNARES MELANOCÍTICOS




Paxillus involutus



Introducción

Esta parte como la primera pretende ser la base para una investigación. A falta de esta, seguiremos especulando, y haciendo deducciones y suposiciones basadas en indicios y sospechas. Emplearemos el principio de economía de Ockham: si dos teorías en igualdad de condiciones tienen las mismas consecuencias, la teoría más simple tiene más probabilidades de ser correcta que la compleja, o dicho de otra forma, no hay que buscar más razones de las necesarias. Aunque no es un principio con valor científico creemos que puede ser útil para seleccionar hipótesis.

En principio hacemos una reflexión sobre algunos alimentos, sus constituyentes, sus funciones y sus interacciones, que intentan dar una visión más amplia de los alimentos que la habitual: enérgetica, estructural y reguladora. Contamos nuestra frustante consulta con los dermatólogos y, finalmente, analizamos los alimentos en relación con el cáncer, la dieta y  el estilo de vida que hacíamos en 2003 y tratamos de averiguar que alimentos nos produjeron la desaparición de los lunares.

La idea de que un alimento o grupo de alimentos puedan ser terapeúticos (que antes solo se admitía en enfermedades carenciales), ya aparece en libros de nutrición como "El libro blanco de la alimentación en España": "recientes estudios sugieren que una dieta de un elevado contenido en alimentos ricos en Fd (fibra dietética) puede ser beneficiosa como regulador de la función intestinal, el control del peso y como factor preventivo y terapéutico de diversas enfermedades, como la diabetes, la enfermedad cardiovascular y el cáncer de colon, entre otras" (1) .


Alimentos y venenos

En principio todo el mundo sabe lo que es un alimento. Sin embargo cuando tratamos de definirlo la cosa se complica.

Una definición simple podría ser: un alimento es lo que come el hombre y le nutre.  Habría que añadir que se exceptúan los alimentos tóxicos o no comestibles, que aunque también tienen proteínas, grasas, glúcidos, minerales, vitaminas y agua, tienen también tóxicos o venenos que los hacen mortíferos. En la foto superior tenemos un ejemplo claro, la seta Amanita phaloides, conocida  en español como oronja verde. Su ingestión provoca graves daños, sobre todo al higado y al riñón y, con frecuencia, la muerte. Su toxicidad se debe sobre todo  a una sustancia, 1alfa-amanitina, que no se destruye por la cocción y es un potente inhibidor de la enzina ARN polimerasa II, que es la encargada de sintetizar el ARN mensajero a partir del ADN, con lo cual este no se puede sintetizar. El ARNm se sintetiza en el núcleo y lleva la información para fabricar las proteínas al citoplasma de la célula. Las proteínas son esenciales para la vida de las células. Si éstas no se sintetizan, las células mueren. 

Veamos las tres siguientes fotos: una de patatas, otra de la Amanita muscaria, también conocida como seta de los enanitos o falsa oronja, y otra de la seta Paxillus involutus, conocida es español como paxilo enrollado.          .

¿Alguién sabe decir cuales son comestibles y cuales no? Empecemos por la patata. Todo el mundo dirá que es un alimento. Sin embargo como no hemos identificado que variedad es, podría ser la patata Lenape, una patata producida por ingeniería genética y que tiene un nivel de solanina tan grande que se ha prohibido su comercialización y, por supuesto, su consumo.

Las patatas, como una gran cantidad de alimentos vegetales, contienen  sustancias tóxicas. Las patatas contienen solanina y chalconina, aunque en pequeña proporción, que permite que el cuerpo las elimine sin peligro. El problema  es que cuando las patatas están verdes o brotadas, aumenta mucho su contenido de solanina y pueden ser peligrosas. Cuando las patatas son nuevas contienen ipomearona, una sustancia que si se toma en gran cantidad puede dañar el higado y los pulmones. Las patatas pertenecen a la familia de las solanáceas, como el tomate, la berenjena etc., todas las cuales contienen sustancias tóxicas.

La Amanita muscaria, aunque muy bonita, también es tóxica, aunque menos que la Amanita phaloides. Sus efectos son parecidos a los de la embriaguez. En algunas culturas se han utilizado como alucinógenas.

La seta Paxilus involutus, también es tóxica, aunque hasta hace poco se consideraba comestible. Su consumo continuado cruda o poco cocida puede producir hemólisis (destrucción de los glóbulos rojos) grave. Es sorprendente su paso de clasificación, de comestible a mortal. 

Otro ejemplo de seta que antes se consideraba comestible y ahora se ha comprobado que es tóxica es la seta de los caballeros.

 Reproducimos el texto del BOE del año 2006:
"El Código Alimentario Español, aprobado por el 
Decreto de Presidencia del Gobierno 2484/1967, de 21 de 
septiembre, regula aspectos sanitarios de las setas y hongos dentro del capítulo de «Hortalizas y verduras», incluyendo un listado de hongos y setas comestibles entre las 
que se encuentra el Tricholoma equestre Fr.
El Tricholoma equestre, conocido como «seta de los 
caballeros», ha sido considerada a lo largo de la historia 
como «buen comestible», figurando en muchas ocasiones 
con la calificación de «excelente». Sin embargo, en los 
últimos años se han publicado estudios que relacionan el 
consumo de grandes cantidades de esta seta en días 
sucesivos con casos de rabdomiolisis, con un cuadro de 
lesiones de la musculatura estriada, que en tres ocasiones 
dieron el resultado de muerte.
En la actualidad, el término Tricholoma equestre 
agrupa tres especies, subespecies o variedades, existiendo confusión respecto de la nomenclatura y clasificación: Tricholoma equestre, Tricholoma auratum y Tricholoma flavovirens, y los estudios realizados no han podido determinar cuál es exactamente la especie involucrada.
Si bien los casos clínicos se han relacionado con el 
consumo de grandes cantidades de esta seta de forma 
reiterada, no ha podido determinarse, hasta la fecha, la 
dosis tóxica tras un consumo único o repetido, por lo que 
no es posible fijar una dosis tolerable.
Teniendo en cuenta lo expuesto, y a pesar de estar 
considerada como comestible en el Código Alimentario 
Español, conviene, de forma inmediata e invocando el 
principio de precaución en la gestión del riesgo descrito, 
asegurar mediante medidas específicas apropiadas que 
se impida su comercialización hasta que se profundice en 
los conocimientos sobre la seguridad alimentaria del consumo de dicha seta.
La posibilidad de actuar por parte de las autoridades sanitarias en circunstancias de riesgo para la población del Tricholoma equestre en todo el territorio nacional, 
así como su importación.
Artículo 2. Especies afectadas.
A efectos de esta orden, se considerarán como una 
sola especie las siguientes: Tricholoma equestre, Tricholoma auratum y Tricholoma flavovirens".

Veamos la siguiente fotografía, que representa a la seta Cortinarius  orellanus,  cortinario de montaña.  Esta seta se consideraba comestible hasta 1953 en que un



.

grupo de más de cien personas se intoxicó con ella en un pueblo de Polonia, muriendo varias de ellas.

La manifestación de los síntomas de intoxicación es muy lenta (de 2 a 15 días aprox.). Ataca a los riñones principalmente, produciendo nefritis . 

¿Cómo  es posible que hasta 1953 no se descubriera su toxicidad? 

Veamos la siguiente fotografía de un conejo. Nadie duda de que es comestible. Es una carne blanca, con poca grasa y menos en el conejo de monte. Sin embargo, veamos lo que dice el explorador Vihljalmur Stefansson del consumo exclusivo de carne de conejo.






"Durante los primeros días se come cada vez más y más, hasta que al cabo de una semana el consumo inicial se ha multiplicado por tres o cuatro. En ese momento se muestran a la vez signos de inanición y de envenenamiento por proteínas. Se hacen muchas comidas, pero al final de cada una se sigue hambriento; se está molesto debido a la hinchazón del estómago, repleto de comida, y se empieza a sentir un vano desasosiego. Transcurridos entre siete y diez días, comienza la diarrea, la cual no se aliviará hasta que no se procure uno grasa. La muerte sobrevendrá al cabo de varias semanas”.
Se conoce como inanición cunicular y tambien como mal de caribú.

La siguiente foto muestra unas bellotas de encina (Quercus ilex). ¿Es un alimento para el hombre?  Ante esta pregunta, muchos dudaran. La bellota (sobre todo de encina y de alcornoque) es el  alimento del cerdo ibérico en la etapa de cebo. Muchas personas seguro que no han probado una bellota en su vida. Sin embargo fue un alimento importante en la prehistoria, en la edad antigua y también en épocas posteriores, y utilizado por muchos pueblos diferentes.  




Bellota, BellotasLa noticia más completa sobre el aprovechamiento de la bellota como un recurso alimenticio por las comunidades prerromanas peninsulares en el pasado procede de Estrabón que en el libro III de su Geografía dedicado a Iberia comenta:

"En las tres cuartas partes del año los montañeses no se nutren sino de bellotas, que secas y trituradas se muelen para hacer pan, el cual puede guardarse durante mucho tiempo”.

Cuando los españoles llegaron a California se sorprendieron de que los aborígenes comieran bellotas amargas . Ellos seguramente las comían en España pero dulces .
En el capítulo  XI del Quijote (siglo XVII) dice: “...acabado el servicio de la carne, tendieron sobre las zaleas gran cantidad de bellotas avellanadas...” 


El catedrático de griego y hebreo de la universidad de Salamanca dice en 1627 en Vocabulario de refranes y frases populares el siguiente refran: "bellotas y castañas hacen malas hilancias: porque ocupándose en comerlas no se hila tanto; y porque son ventosas".Previous Section

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Las bellotas son ricas en taninos que se consideran antinutrientes porque se combinan con proteínas y las inactivan. Sin embargo, actualmente se piensa que pueden ser importantes en la prevención de enfermedades, entre ellas el cáncer.No se sabe el rango de consumo de taninos aceptable.


Los aborígenes californianos  eliminaban la mayor parte de los taninos de las bellotas por lixiviación de la harina con agua caliente.

Los cerdos no tienen problemas porque las comen sin cáscara que es donde se concentra el tanino. Sin embargo otros animales, como las vacas que se comen las bellotas con cáscara, si pueden tenerlos.

En mi pueblo, perteneciente a la comarca del Rebollar, en la parte suroeste de la provincia de Salamanca, casi todos los años muere alguna vaca envenenada por los taninos de las bellotas. En este caso, las bellotas son de roble (Quercus pyrenaica), más amargas y ricas en taninos que las de encina. En este caso parece que puede más la gula que el instinto. Suele pasar en otoños con poca hierba o si cae una tormenta que hace que caigan bellotas verdes (más ricas en taninos) al suelo.

Un caso de envenenamiento por taninos ocurrió en los años 1980  en los antílopes de Sudafrica. En recintos cerrados del Transvaal estaban muriendo los antílopes kudús en gran cantidad. El veterinario Wouter van Hoven al examinar los cadáveres encontró en sus estómagos hojas de acacia con mayores cantidades de taninos que las hojas de acacia normales. Se preguntó si las acacias producirían mayores cantidades de tanino en respuesta a una agresión. Para comprobarlo golpearon una acacia durante dos horas comprobando que los taninos de sus hojas aumentaban un 250 %. Al comprobar las taninos de acacias cercanas vieron que también estaban cargadas de taninos, lo que indicaba que había habido comunicación entre ellas. Hoven pensó que las acacias se podían comunicar por las raíces pero no consiguió demostrarlo.




 En 1983 dos biólogos americanos Balwin y Schultz demostraron que cuando los arces se sentían agredidos emitían al aire moleculas de etileno que activaban la producción de taninos.

Hoven comprobó que también ocurría lo mismo en las acacias. Observó jirafas en libertad y vio que éstas después de ramonear en una acacia se saltaban varias antes de ramonear en la siguiente y siempre caminando en contra del viento. Las posibilidades de selección de acacias de los kudús al estar en recintos cerrados eran escasas lo que los hacía vulnerables al efecto tóxico de los taninos.

Los alimentos, o más concretamente los fitoquímicos que contienen, pueden producir reacciones complejas y efectos importantes, positivos o negativos, según con lo que se combinen. Vamos a considerar tres tipos de interacciones: Con otros alimentos, con medicamentos y con el sistema inmunológico. Características importartes en los tres tipos de interacción son la dosis, la duración y el intervalo de utilización de los distintos componentes.

Interacciones entre alimentos

Los alimentos pueden interactuar entre ellos y sufrir sinergia positiva, negativa o en el caso más simple sumarse sus efectos.

En el experimento de James Lindt tenemos un ejemplo de suma de efectos de alimentos: contenido de vitamina C de dos naranjas y un limón.

También es un ejemplo de dosis: En los que tomaron sidra dosis insuficiente y en los que tomaron dos naranjas y un limon dosis superior a la mínima necesaria.La dosis de vitamina C contenida en la sidra es insignificante. En las tablas de composición de alimentos ni siquiera aparece. En las tablas de Novartis (*) le asignan al vino 0'5 mg de vitamina C por 100 gramos. A las uvas le asignan un valor de 4 mg de vitamina C por 100 gramos y a las manzanas de 3 mg de vitamina C, o sea aproximadamente igual. Dado que el vino y la sidra son fermentaciones alcohólicas vamos a considerar que la sidra tendría entre 0'3 y 0'4 mg de vit. C por 100 gramos.

Según el experimento de Sheffield de 1944, 10 mg de vitamina C son suficientes para prevenir y tratar el escorbuto. Si nuestra suposición sobre el contenido de vitamina C de la sidra es correcta, con dos tercios de galón (un galón=4'54 litros) hubiera sido suficiente para prevenir el escorbuto. También hubiera sido suficiente con dos litros de vino tinto, aunque en este caso el alcohol sería excesivo. La ración habitual en los barcos era una pinta (0.56 litros ) de ron equivalente en alcohol a dos litros de vino tinto aproximadamente.

Como ejemplo de sinergia positiva en el tubo digestivo tenemos la pimienta negra que multiplica la absorción de la cúrcuma o la vitamina C que favorece la absorción del hierro.

Como ejemplo negativo tenemos el ácido fítico que se combina con algunos minerales como el hierro en el tubo digestivo disminuyendo su absorción.

Interacciónes de alimentos con fármacos

Aunque no es el tema de de este escrito, consideramos que es la mejor forma de mostrar que los alimentos pueden tener otros efectos aparte de su función habitual de proveedores de nutrientes.

En 1989 un grupo de investigadores de la universidad Western Ontario en Canadá estaban estudiando las interacciones entre el alcohol y el felodipino (Plendil), un fármaco del grupo de los antagonistas del calcio, utilizado en el tratamiento de la hipertensión arterial y la angina de pecho.

Uno de los investigadores, David Bailey, utilizó zumo de pomelo para enmascarar el sabor del alcohol. Comprobó que el alcohol no tenía influencia en el felodipino pero el zumo de pomelo multiplicaba por tres la concentración de éste en la sangre. El efecto puede ser de tres a cinco veces superior dependiendo de las personas.
Para ampliaciones sobre este tema consultar mi artículo (3).

Otro ejemplo de sustancia con muchas interacciones con los fármacos es el hipérico o hierba de san Juan, utilizado en las depresiones leves.

Interacciones entre alimentos y sistema inmunológico .

Este tipo de interacción aún no es bien conocido y es el suponemos que ocurre en nuestro historia.

En el caso que analizamos creemos que los desencadenantes son la alergia y algún fitoquímico de las mermeladas de frutos del bosque. Esto, por supuesto, es solo una sospecha (aunque creemos que con bastante fundamento) y no un hecho comprobado.

Bibliografía




domingo, 19 de mayo de 2013

UNA HIPÓTESIS SOBRE LA PREVENCIÓN DEL MELANOMA ( IV )

La frambuesa negra previene el cáncer de esófago






Frambuesas


Aunque los alimentos con probable efecto en la desaparición de los lunares los analizamos en la segunda parte, hacemos una excepción con las frambuesas, como ejemplo y porque un artículo publicado el mes de noviembre de 2010 en Cáncer Prevention Research: “ Black raspberries inhibit intestinal tumorigenesis in apc 1638+/- and muc 2 -/- Mouse models of colonrectal cáncer”, de Xiuli B. y otros, reafirma nuestra convicción de que estamos en el camino correcto. Se hicieron pruebas en ratones apc 1638 y muc 2, a los que se había desactivado un gen que conducía a que los ratones desarrollaran tumores intestinales o colitis, respectivamente.

Ambas variedades de ratón tomaban una dieta al estilo occidental de riesgo elevado, alta en grasas y baja en calcio y vitamina D o la misma dieta con un 10% de polvos liofilizados de frambuesa negra. Al cabo de 12 semanas los investigadores descubrieron que el suplemento con frambuesa negra producía un amplio rango de efectos protectores en intestino, colón y recto e inhibía la formación de tumores. En los ratones apc 1638 la incidencia tumoral se reducía en un 45% y el número de tumores alrededor de un 60%. Los investigadores descubrieron que las frambuesas negras inhibían el desarrollo tumoral al suprimir la proteína betacatenina, que se une al gen apc. El gen apc es un gen supresor de tumores que se inactiva si está unido a la proteína betacatenina. En los ratones muc2, la incidencia tumoral y el número de tumores se reducían en un 50%, las frambuesas negras inhibían el desarrollo tumoral al disminuir la inflamación crónica asociada con la colitis.

Los investigadores indican que dado que las frambuesas negras no sólo previenen el cáncer, sino también la inflamación, también podrían proteger contra otras enfermedades como las cardíacas.

Antes de este estudio se han hecho otros muchos con frambuesas y alimentos parecidos, como las moras de zarza, y en todos se han visto resultados anticancerígenos.

Nosotros ya empleamos las frambuesas antes del 2003 porque habíamos leído artículos similares que probaban sus características antioxidantes, antiangiogénicas, apoptóticas, etc.

Lo que funciona en ratones no es garantía de que funcione en humanos, pero hay estudios en humanos que lo apoyan. Al leer el artículo anterior hemos pensado si la betacatenina estaría también relacionada con el melanoma. Buscamos en Internet y en el artículo “Activación de la vía de wnt/betacatenina en el proceso de carcinogénesis cervical” de Carlos Pérez Plasencia y otros, leemos: “varios reportes han demostrado la activación aberrante de la vía de señalización de wnt en diferentes tumores humanos, incluído el colorectal, gástrico y melanoma.” Por supuesto también en el cervical.

Todo lo anterior nos hace pensar que nuestro descubrimiento pueda funcionar no solo en los lunares y la prevención del melanoma sino también en la prevención de otros tumores.




Vitamina D





El 30 de noviembre de 2010 el Instituto de Medicina de Estados Unidos (IOM) ha dado a conocer el resultado de su análisis de más de 1.000 estudios sobre el calcio y la vitamina D. Sus nuevas recomendaciones sobre ella nos interesan especialmente porque en 2003, además de comer determinados alimentos, también hicimos un estilo de vida que consistía en hacer ejercicio diariamente al aire libre. Es decir, tomábamos el sol (cuando el tiempo lo permitía) moderadamente.

En los últimos años ha sido constante el bombardeo de información sobre los beneficios de la vitamina D y su relación con muchas enfermedades, entre ellas el cáncer. Muchos organismos y personas expertas han comentado que las recomendaciones del IOM de 1997 debían aumentarse a la luz de las últimas investigaciones. Las recomendaciones de 1997 eran:
RDA vitamina D.
200 UI hasta la edad de 50 años
400 UI de 51 a 70 años
600 UI a partir de 71 años

La Sociedad Canadiense de Pediatría recomienda desde 2003 la cantidad de 400 UI de vitamina D en los bebés que se alimentan solamente de leche materna, y 800 UI en los bebés que viven por encima de los 55 grados de latitud norte o con algún factor de riesgo de deficiencia de vitamina D, como piel oscura. Para las madres gestantes o lactantes, recomienda 2000 UI.

Las nuevas recomendaciones del IOM son: 600 UI desde 1 a 70 años y 800 UI para mayores de 70 años. El informe dice que los nuevos valores están basados en mucha más información y estudios de más alta calidad que los que estaban disponibles en 1997.

Basado en un nivel en sangre por encima de 20 nanogramos/ml de 25 (OH)D (calcidiol) concluye que la mayoría de los americanos y canadienses obtienen suficiente cantidad de vitamina D.

Otra sorprendente conclusión es que hay una gran evidencia de la influencia de la vitamina D y el calcio en el desarrollo y mantenimiento de los huesos, pero en relación con otras enfermedades la evidencia es muy pequeña.

El IOM es un organismo serio y no dudamos de que sus conclusiones basadas en el análisis de más de 1.000 estudios son las correctas, pero sí tenemos un montón de dudas:
  • Si hubieran participado en el comité encargado del estudio personas favorables a un aumento de la vitamina D como John Canell o Michael Holick, ¿los trabajos seleccionados y las conclusiones hubieran sido las mismas?

  • Si la cantidad de vitamina D recomendada en 1997 por el IOM era de 200 UI hasta los 50 años y en 2010 se ha multiplicado por tres ¿qué seguridad hay de que sea la correcta y no se vuelva a multiplicar dentro de unos años?

Dado que, como el IOM reconoce, son necesarios más estudios para dilucidar completamente el tema de la vitamina D, creemos que las pruebas in vitro de Zheng Cui con células humanas y cancerosas podrían contribuir a su aclaración. Dice Zheng Cui que “nadie pareció tener la habilidad de matar las células cancerígenas durante los meses de invierno”. Según esto, está claro que algo en el invierno hace que el sistema inmunológico pierda potencia. Se nos ocurre que la vitamina D o las horas de luz pueden ser algunos de los motivos. Creemos que la influencia o no de la vitamina D en estas pruebas se podría averiguar fácilmente con experimentos sencillos como toma de esta vitamina y cambios de residencia durante el invierno de lugares con poca radiación ultravioleta B a lugares tropicales y viceversa. Desconocemos si Zheng Cui ha hecho alguna prueba de este estilo porque no nos contestó a un correo en que se lo preguntábamos.

 Nuestro admirado IOM nos crea un conflicto: confiar en él o en la naturaleza, ante el dilema optamos por la naturaleza. El hombre, como cualquier ser vivo, es un producto de la evolución y está adaptado a su ambiente o en vías de adaptarse. El hombre actual evolucionó en África como una línea independiente de primates desde hace unos siete millones de años. Se cree que tenía la piel blanca y cubierta de pelo (parecida a los chimpancés actuales). Posteriormente, se adaptó a ambientes más secos de sabana, perdió el pelo y su piel se oscureció. Cuando hace unos 100.000 años el hombre de piel negra emigró de África a distintas latitudes y ambientes, empezaron a actuar sobre él las fuerzas de la evolución (las mutaciones y la selección natural) para adaptarlo a su nuevo ambiente.

Está completamente comprobado que el color de la piel está estrechamente relacionado con la latitud. Las fuerzas de la evolución actúan de una forma sutil. En el caso del color de la piel, parece que su resultado es un compromiso entre las ventajas y los inconvenientes. Normalmente, la piel oscura se explicaba como una protección contra los efectos cancerígenos de las altas radiaciones solares y la piel clara como una adaptación a latitudes con escasas radiaciones, para poder absorber más radiación ultravioleta B y evitar así el raquitismo y la osteomalacia. Algunos investigadores piensan que la piel oscura es para proteger el ácido fólico de la destrucción por la radiación (3). Se han dado otras explicaciones y quizá haya efectos desconocidos, pero lo que está claro es que el color de la piel está relacionado con la cantidad de radiación ultravioleta B que puede absorber y con la consiguiente producción de vitamina D. Una piel oscura puede necesitar de 5 a 6 veces más tiempo de exposición al sol para producir la misma cantidad de vitamina D.

Parece lógico pensar que la cantidad de 25 (OH) D de la sangre de las personas sanas que viven al aire libre habitualmente, sea la que necesitan. Esta cantidad es más del doble de lo que considera correcto el IOM. Si fuera necesaria solo la mitad, la piel podría ser más oscura, con la ventaja que proporcionaría más protección contra el cáncer y contra la destrucción del ácido fólico. No se conocen casos de hipercalcemia, ni de piedras en el riñón o daño al páncreas por exposición al sol. La relación entre el cáncer de piel y el abuso del sol está clara, pero una cosa es el abuso y las quemaduras y otra el tomar el sol de forma moderada.

El informe del IOM sobre la vitamina D nos ha creado un gran escepticismo ante cualquier estudio. Como consecuencia, también ante nuestro hallazgo y su valor. Sin embargo, tenemos indicios de que su potencia es grande por la segunda prueba que hicimos en nosotros en 2009. Esperamos que sea parecido en potencia al que realizó James Lindt en 1747.

James Lindt, cirujano de la Marina Inglesa, realizó una prueba que algunos consideran el primer experimento clínico controlado. Escogió a 12 marineros con signos clínicos de escorbuto similares y los dividió en seis grupos de dos marineros cada uno. Además de la alimentación común, suministró a cada grupo un tratamiento diferente. Notó una ligera mejoría en el grupo que había tomado un cuarto de galón de sidra y unos resultados espectaculares en los que habían tomado dos naranjas y un limón diarios, de tal forma que acabaron curados del escorbuto.




Publicó sus resultados en 1753 en el libro “Tratado sobre la naturaleza, las causas y la curación del escorbuto”. Sus resultados tardaron tiempo en ser aceptados. La vitamina C, cuya deficiencia causa el escorbuto, no se descubrió hasta 1928.
Este experimento no creemos que fuera admitido por ninguna revista científica actualmente. Sin embargo, la potencia o eficacia de la vitamina C en la curación del escorbuto era tanta que bastó un sencillo experimento para demostrar el valor curativo de los cítricos.

Conclusión

Tenemos un hecho, la desaparición de los lunares, que consideramos importante en la prevención del melanoma y quizás también de otros cánceres. Conocemos también el conjunto de alimentos y estilo de vida que lo produjo. Se trata de averiguar, en primer lugar, si funciona en otras personas, que es lo fundamental, y en caso que así fuera, cuáles son los elementos de ese conjunto realmente necesarios para que los lunares desaparezcan. Parece bastante improbable que funcionara solo en nosotros.

A pesar del progreso continuo en la lucha contra el cáncer, la frase del catedrático de fisiopatología y propedéutica quirúrgicas de la Universidad Complutense de Madrid, doctor Pedro G. Barreno: “La tasa de mortalidad por cáncer de diferentes órganos – colón, mama, páncreas, próstata o pulmón – que en el momento del diagnóstico ha rebasado las fronteras locales, ajustada a la edad, es prácticamente idéntica a la de hace 50 años” (4) es, en general, cierta. Si tenemos en cuenta esta decepcionante realidad, creemos que cualquier enfoque nuevo debería tenerse en cuenta.

James Watson en un artículo publicado en enero de este año en la revista digital Open Biology y que hemos comentado en este mismo blog (5) afirma practicamente lo mismo: que en la actualidad la mayoría de los cánceres metastásicos no se curan .

Proyectos

Dado que no tenemos mucha confianza en que alguien se interese por nuestra propuesta vamos a empezar a realizar pruebas sencillas.

1. En primer lugar queremos que un dermatólogo nos confirme si tenemos algún lunar. Creemos que no, perouna mancha en la axila y un aparente lunar en la sien izquierda nos crea cierta duda. Creemos que el método actúa sobre los lunares melanocíticos u otras manchas de la piel que tengan mutaciones en sus melanocitos pero no sobre cualquier otra formación que no tenga melanocitos mutados. También creemos que actuaría sobre los melanocitos aislados que tuvieran mutaciones.

2. Hacer pruebas en personas que tengan dermatitis atópica, utilizando alguno de los alimentos que creemos producen el efecto.*

Alguien pensará que somos aprendices de brujo, que la investigación clínica tiene unas fases muy reguladas y que hay que seguir obligatoriamente. Sin embargo nosotros utilizamos alimentos de uso corriente y nadie (creemos) puede decir que estamos haciendo algo incorrecto si, por ejemplo, a una persona con dermatitis atópica le decimos que tome dos cucharadas de mermelada de frambuesa diariamente durante un corto periodo de tiempo.

En principio, y como señalaremos en la segunda parte, lo ideal sería empezar los experimentos partiendo de una dieta y estilo de vida similar al que llevábamos en 2003 o al de la prueba del 2009 para demostrar que el efecto se produce en otras personas. Si es así, como esperamos, en los siguientes experimentos habría que ir eliminando alimentos hasta descubrir los realmente efectivos.

En espera de estudios más formales, haremos pruebas más sencillas añadiendo paulatinamente los alimentos sospechosos a la dieta habitual de cada persona.



* Estas pruebas no las hemos hecho ni las vamos a hacer: La razón es que a finales de 2012 descubrimos que los alimentos que creemos que nos causaron la desaparición de los lunares en el año 2003 tienen efectos secundarios importantes, sobre todo si se combinan con ciertos medicamentos, que comentamos en la tercera parte.   


Bibliografía


3.- G. Jablonski, Nina; Chaplin, George, Evolución del color de la piel humana, Investigación y Ciencia, diciembre 2002.

4.- García Barreno, Pedro, El legado de Hipócrates, Espasa Calpe, S.A., 2008, pág. 311.

5.- http://indagajg.blogspot.com.es/2013/02/reflexiones-sobre-oxidantes.html


sábado, 18 de mayo de 2013

UNA HIPÓTESIS SOBRE LA PREVENCIÓN DEL MELANOMA ( III )

HISTORIA DEL HALLAZGO

Desde hace muchos años hemos tenido interés en la alimentación. Además de la información que podemos considerar ortodoxa hay mucha otra discrepante. Como resultado de la consulta de ambas llegamos a un estado de bastante escepticismo nutritivo y decidimos “investigar” por nuestra cuenta. Normalmente escribíamos en un diario los alimentos que tomábamos, cómo nos sentíamos y cualquier reacción curiosa que observábamos.

El 17 de febrero de 2003 observamos que un lunar que teníamos en la pierna, dos en el brazo y dos en la mano se estaban "secando". El 19 de febrero anotamos en nuestro diario que al raspar un lunar de la pierna con la uña se desprende un trozo negro. En los días siguientes seguimos observando lunares en distintas partes del cuerpo que se empezaban a secar. Los raspábamos ligeramente y al día siguiente o a los pocos días se descamaban y se desprendían dejando solo una pequeña señal casi imperceptible y a veces nada. La mayoría desaparecieron en la segunda quincena de febrero, pero algunos tardaron unos tres meses. Durante esos tres meses hicimos un viaje y cambios en la alimentación que pudieron influir en que la desaparición de los lunares no fuera más rápida.

En esa época teníamos muchos picores. A principios de 2004 nos diagnosticaron dermatitis atópica y nos prohibieron la leche y los huevos. En el diagnóstico vemos que también somos alérgicos al Anisakis simplex y a las cupresaceas. También nos diagnostican prurito crónico y asma bronquial extrínseco. 

Mi sospecha era que el prurito, las mucosidades y las sibilancias eran producidas por el consumo de polen. Dejamos de tomarlo, y al cabo de un tiempo nos desaparecieron los picores, las sibilancias y la mucosidad.

Quizás la desaparición de los lunares esté relacionada con la alergia, además de con los alimentos.

Nos inclinamos a pensar que puede haber sido la conjunción de la alergia y los fitoquímicos de los alimentos que tomábamos, por las siguientes razones:
  • Que sepamos, es la primera vez que los lunares desaparecen con un régimen alimenticio. Dado que la mayoría de alimentos que utilizamos es relativamente corriente, a alguna persona en el mundo le debería haber ocurrido lo mismo que a nosotros. Lo que ya vemos más improbable es que utilizaran esos alimentos junto con el polen que a nosotros nos produce alergia suave y con otros alimentos que utilizábamos en mayor cantidad que la habitual. *


    Cuando escribimos esto en 2010 pensábamos que el polen podía ser un elemento esencial en la desaparición de los lunares. En febrero de 2003 lo tomábamos. Por algunos indicios posteriores pensamos que no lo es. Aunque no podemos descartarlo por completo. Lo tomábamos porque habíamos leído un artículo, en la revista Integral que alababa mucho sus propiedades y sobre todo porque se había hecho un estudio en Rusia y se había comprobado que las personas más longevas solían ser consumidoras de miel y polen. Nosotros lo teníamos fácil, ya que nuestro hermano es apicultor. Habíamos leído que el polen ingerido no producía alergia, algo que aún lo dicen algunas personas iresponsablemente y que puede producir mucho daño. 

La dermatitis es una reacción inflamatoria. Las reacciones inflamatorias hacen que   se movilice el sistema inmunológico y es más probable que ataque a células anormales (con alguna mutación). Los lunares son tumores benignos formados por acumulaciones de melanocitos. Según María Soledad Soengas, investigadora del CNIO, el 95% de los lunares tiene alguna mutación. Podría ser que la inflamación, la histamina y demás sustancias producidas por la reacción alérgica, unidas a algún otro factor provocado por los fitoquímicos, facilitara el ataque a las células mutadas. La reacción podría ser de características parecidas a la que se provoca en el cáncer superficial de vejiga con la administración de BCG (bacilo de Calmette-Guerin) a través de un catéter directamente en la vejiga. Las células del sistema inmunitario son atraídas y activadas por el BCG y, a su vez, atacan a las células del cáncer de vejiga. La BCG es la vacuna que se utiliza en forma de inyección para proteger contra la infección de tuberculosis. Se compone de una bacteria, Micobacterium bovis, relacionada con la que causa la tuberculosis en humanos, Micobacterium tuberculosis. Las bacterias están atenuadas, de forma que no provocan la infección, pero sí la reacción inmunológica. El BCG tambien se utiliza algunas veces para tratar el melanoma en etapa III inyectándolo directamente en el tumor.

El 19 de junio de 2012 la doctora Esther Samper nos facilitó el siguiente artículo (*).Por su lectura y por un correo que enviamos a Martin JM, nos enteramos que la desaparición de los nevos melanocíticos es algo más habitual de lo que se cree.También nos contestó afirmativamente a la pregunta de si podrían ser los elementos extraños producidos por las mutaciones de los nevos melanocíticos los que provocaran el ataque del sistema inmunológico .

En 2009 hicimos unas pruebas de alimentación de corta duración en nosotros y en nuestra familia. A nosotros nos desapareció el único lunar que teníamos en la pierna, pero en nuestra familia no vimos resultado. Aunque las causas pueden haber sido el poco tiempo de la prueba o la escasa cantidad de los alimentos, creemos que la causa más probable es que ellos no tenían alergia. Las diferencias individuales en la absorción y necesidad de nutrientes pueden ser significativas pero nunca de tal magnitud como las producidas por alergias alimentarias.


Consultando nuestro diario vemos que el día 10 de abril de 2003 anotamos en relación con la desaparición de los lunares : “creo que hemos descubierto algo muy importante”. Sin embargo en esa época teníamos otras preocupaciones y, de momento, dejamos el tema aparcado. Nos faltaba seguridad y conocimiento médico y no sabíamos a quien comentárselo. Una cosa sí teníamos clara: debíamos adquirir más información en Fisiología, Oncología, Biología Celular, Bioquímica, Inmunología etc., para poder defender el asunto ante alguien entendido.

El 21 de noviembre de 2008 asistimos a una conferencia sobre cáncer en el ICAI de Madrid, impartida por el físico Antonio Bru, profesor de matemáticas en la UCM (**). 


Según su teoría, todos los tumores sólidos se comportan igual. Lo denomina dinámica universal del comportamiento tumoral. Explicó su modelo matemático de desarrollo de los tumores mediante ecuaciones que no comprendimos, pero sí sus ideas generales:
  • Los tumores sólidos se comportan como los fractales
  • Tienen un crecimiento dinámico lineal, no exponencial, como creen los oncólogos.

  • Solo existe actividad en el exterior del tumor. El centro está necrosado o en estado quiescente.

  • Las células se producen en las convexidades de la superficie y emigran hacia las concavidades.

  • Las células tumorales necesitan espacio. No se mueven en busca de nutrición como piensan los oncólogos.

  • Su forma de tratamiento de los tumores es aumentando los neutrófilos mediante G-CSF (Neupogen). La dosis es de 10 microgramos por Kg. y día durante 8 semanas, modificando la dosis para mantener la cuenta de leucocitos no superior a 60.000 unidades por ml. Los neutrófilos rodean al tumor, ocupando los huecos cóncavos e impidiendo que las células tumorales se multipliquen. También ejercen una presión mecánica sobre el tumor. Las células tumorales entran en estado quiescente y al cabo de 14 días empiezan a morir por necrosis.

  • Dijo una frase que nos sorprendió: “He recibido muchas críticas personales, pero ninguna crítica científica a mi teoría”.
Nosotros nos atrevemos a hacerle alguna, aunque quizás no sea muy científica:
El que las células tumorales se muevan en busca de espacio o en busca de comida no creo que sea incompatible. Haciendo un símil con la zoología, los animales territoriales buscan y defienden un espacio que lleva implícita el acceso a la comida o a otras necesidades como la reproducción.

Además de la ocupación del espacio y la presión mecánica también habrá que considerar la función específica de los granulocitos.

Su conferencia aumentó nuestro interés por el cáncer y el sistema inmunológico y también nuestra convicción de que en nuestro caso lo íbamos a tener difícil.

Sus investigaciones han despertado muchas polémicas y creemos que la única forma de aclarar si tiene o no razón, es hacer un estudio clínico como se hizo con Di Bella en Italia.

(*) “Martín JM, et Al. Regresión completa de nevos melanocíticos: correlación clínica dermatoscópica e histológica de una serie de 13 casos” Actas Dermosifiliogr. 2012.doi:10.1016/j.ad.2011.11.004
http://www.elsevier.es/sites/default/files/elsevier/eop/S0001-7310(11)00520-5.pdf


(**) Nuestra asistencia a la conferencia del heterodoxo Antonio Bru fue algo accidental. No tenemos conocimientos para juzgar su trabajo, aunque si creemos en su honestidad profesional. En nuestra búsqueda personal hemos bebido en distintas fuentes, ortodoxas y heterodoxas. Por ejemplo: “Anticáncer” de David Servan Schreiber, lo encontramos por casualidad en una librería. Posteriormente nos hemos enterado de que sus opiniones han despertado muchas polémicas y se consideran poco científicas. En su libro hay muchas informaciones y opiniones con las que no estamos de acuerdo, pero sí con otras. Un persona que ha pasado por dos experiencias traumáticas con el cáncer, puede que estuviera  equivocado, pero no creemos que fuera un embaucador.

Este doctor creó un método al que llamó Multiterapia Di Bella (MDB). La MDB variaba según el tipo de cáncer, localización, estadio etc. pero consistía fundamentalmente en una combinación de sustancias: somatostatina, melatonina, bromocriptina, vitaminas y ocasionalmente otras como ACTH, ciclofosfamida y hidroxiurea. Di Bella proclamaba que su terapia inhibía las células cancerosas y potenciaba el sistema inmunológico para que las eliminara, sin dañar a las células sanas.

En diciembre de 1997 el juez de Magli, Carlo Madaro, dictaminó que el servicio de salud de su jurisdicción debería facilitar el tratamiento Di Bella gratuitamente a la persona que lo solicitara.

Se creó una gran polémica y revuelo político en Italia. En enero de 1998 la ministra de sanidad Rosy Bindy decidió hacer un estudio clínico que no solo demostró que la MDB no era eficaz sino que incluso tenía efectos secundarios y podría ser peligrosa. Las pruebas supusieron un gran gasto para el estado.

Di Bella no aceptó los resultados y achacó la falta de eficacia a tres causas principalmente:

  • Empleo de medicamentos caducados.
  • No se siguieron sus instrucciones ni en la dosificación ni en la aplicación de los medicamentos.
  • Selección inadecuada de participantes, la mayoría desahuciados y que ya habían recibido quimioterapia, de efectos deletéreos, según él.
  • Su terapia la sigue empleando su hijo Giuseppe Di Bella. Nos ha dejado perplejos la lectura de un trabajo en que refiere la curación de un neuroblastoma en un niño de seis meses. (1)

Constantemente están surgiendo curas milagrosas contra el cáncer y no se pueden hacer estudios clínicos de todas ellas. Habrá que rechazar los fraudes y las propuestas evidentemente inviables, pero no pasar por alto propuestas originales y serias como creemos que es la nuestra.

Nuestras indagaciones en el sistema inmunológico nos llevaron a conocer a Zheng Cui y su descubrimiento en el año 1999 del “súper ratón” resistente al cáncer, que despertó aún más nuestro entusiasmo.

Zheng Cui estaba estudiando las grasas y necesitaba grandes cantidades de anticuerpos. Estos los obtenía inyectando en ratones células de un cáncer muy agresivo, sarcoma 180 (S180) que les producía ascitis (acumulación de líquido) en el abdomen, rico en anticuerpos que podían ser extraídos fácilmente.



Como muchas otras veces, el descubrimiento se hizo por serendipia. Su ayudante Liya Quin inyectó en el ratón número 6 la dosis habitual de 200.000 células de cáncer S180. Las células S180 son muy agresivas y duplican el tamaño del tumor en los ratones en unas diez horas. Sorprendentemente, comprobó que el ratón número 6 no desarrollaba ascitis. A partir de ese momento se fueron aumentando las cantidades de células S180 que se le inyectaban hasta llegar a la cantidad de 200 millones. Esta cantidad equivalía aproximadamente al 10% del peso del ratón, lo que traducido a seres humanos sería como inyectar un tumor de 8 kg. en una persona de 80 Kg.

Zheng Cui comprobó que las características del ratón número seis, posteriormente conocido como Mighty Mouse (Súper Ratón), se transmitían a sus descendientes. Alrededor del 40% de sus nietos eran resistentes. Observó que las células responsables del ataque y eliminación del tumor eran las del sistema inmunitario innato: polimorfonucleares, macrófagos y Natural Killer.

Zheng Cui consiguió transmitir estas células de ratones resistentes a ratones no resistentes, comprobando que era suficiente con una sola inyección para conferirles inmunidad para toda la vida.


Zheng Cui piensa que entre un 10 y un 15% de los seres humanos tienen también inmunidad natural contra el cáncer. También cree que se podría hacer la transferencia de células de estas personas a otras no resistentes. En pruebas in vitro con granulocitos extraídos de seres humanos y células de cáncer de cuello de útero, comprobó que en 48 horas desaparecían del 2 al 97% de las células cancerosas, dependiendo de las personas. En la actualidad ya se están realizando estudios clínicos en personas afectadas de cáncer, con transferencia de células de personas resistentes (***).

Sería interesante aplicar el G-CSF en los ratones de Zeng Cui y observar si hay diferencias en los resultados en relación con los ratones no tratados.

La idea de que haya personas naturalmente resistentes al cáncer nos parece creíble ya que ocurre lo mismo con otras enfermedades.

El profesor de inmunología Peter Parham dice: “De todas las personas infectadas por el virus de la hepatitis C menos del 30 % elimina la infección rápidamente mientras que la mayoría desarrolla una infección crónica en la que el hígado atraviesa ciclos de destrucción y de regeneración”(2 pág. 423).

... aproximadamente 5 % de personas no se infectan a pesar de su exposición frecuente al VIH” (2 pág. 425).


(***)  Últimamente, con motivo de la muerte de Chávez y de la sospecha de Nicolas Maduro de que le hubieran inoculado un cáncer, escribimos un post sobre si es posible inocular el cáncer, dejando aparte el asunto de Chavez, y hicimos algunos comentarios en otros post que decían que no era posible. Esto nos convenció de que muchos oncólogos no conocen el trabajo de Cheng Cui, que para nosotros es un hallazgo asombroso, a pesar de que ha sido en ratones y lo que funciona en ratones no siempre funciona en humanos. También nos convenció de que varios oncólogos no conocen los trabajos de inoculacíon del cancer en humanos realizados por Chester M Southon en 1963. Y Southon no fue el único que realizó este tipo de inoculaciones.


Un estudio publicado el 16 de febrero de 2011 en Science Traslational Medicine sobre 99 personas de Ecuador con un tipo de enanismo llamado síndrome de Laron, debido a una mutación en el gen que codifica el receptor para la hormona del crecimiento, apoya también esta idea de personas resistentes al cáncer u otras enfermedades. Durante 22 años de estudio de este grupo de personas por el endocrinólogo Javier Guevara-Aguirre no ha encontrado ningún caso de diabetes y solamente uno de cáncer no letal. El comentario de Guevara_Aguirre “Yo seguía a esta población desde 1987, pero cuando empecé a alertar de la inexistencia de casos de cáncer, nadie me hizo caso, me tomaron por loco” ya nos resulta familiar.




Unos días después del descubrimiento de Zheng Cui, leímos “Anticáncer” de David Servan Schreiber y nos sorprendió que hablaba de Zheng Cui y también mencionaba un artículo de Stephen Jay Gould, que casualmente acabábamos de releer en el libro Brontosauros y la nalga del ministro: “La mediana no es el mensaje”. Además, indicaba una serie de alimentos anticáncer, algunos de los cuales coincidían con los que habíamos utilizado cuando la desaparición de los lunares. Todo esto reforzó nuestra confianza.

Servan Schreiber comenta que al principio tenía un desconocimiento total del sistema inmunológico y muy poco conocimiento de alimentación. Nosotros teníamos un buen conocimiento de nutrición y muy poco del sistema inmunológico. Pero él era médico, y nos surgió la duda de si para indagar en el sistema inmunológico o el cáncer hace falta ser médico, biólogo o bioquímico. Nuestra conclusión fue que las ideas pueden venir de cualquier campo. Como dice Ramón y Cajal “no existen razonamientos lógicos para hacer investigaciones”. Otra cosa es que los estudios de laboratorio tengan que ser conducidos por especialistas y utilizando las mejores herramientas tecnológicas posibles.

El 13 de enero de 2009, asistimos a otra conferencia sobre cáncer en el Colegio Mayor Cisneros, dada por el bioquímico Antonio Alcaide: “Presente y futuro en la lucha contra el cáncer”. Nos comentó algunas líneas de investigación actuales y también el descubrimiento de los anticancerígenos vinblastina y vincristina a partir de la vinca cuando se estudiaban sus supuestas propiedades hipoglucemiantes. También el descubrimiento del taxol a partir de la corteza del tejo (Taxus brevifolia), que puso en peligro de extinción los tejos de la costa del Pacífico de Estados Unidos y Canadá. Posteriormente alguien de su empresa en Francia examinó las hojas de un tejo cercano y a partir de ahí se empezó a extraer el taxol de las hojas, con lo que se evitó el peligro de extinción del tejo del pacífico.

Por lo que hemos leído después, debió de ser un ejemplar de Taxus baccata (tejo europeo) de crecimiento lento y muy longevo, cuyas hojas son ricas en bacatina III y en 10-deacetilbacatina III, que por semisíntesis se convierten en taxol. Nos contó también que en su pueblo (Antequera) había un bosque de tejos que lo habían quemado hace años porque los cabreros decían que las cabras se comían las nueces y se morían. Al llegar a casa consultamos en Internet y leímos que lo único que no era tóxico era el fruto, con lo que nos quedamos un poco confundidos.

Posteriormente todo quedó claro. Todas las partes del tejo son tóxicas, incluidas las semillas. Lo único que no es tóxico es el arillo rojo que recubre la semilla. Los pájaros aprovechan los arillos pero no digieren las semillas, contribuyendo a la dispersión del tejo. Los conejos y los gatos son inmunes. Los equinos y las cabras, no.
Aquí tenemos una indicación de la variación entre organismos. Lo que alimenta a unos para otros es veneno.  Esta variación explica que muchos estudios  sobre medicamentos que demuestran su eficacia en ratones, u otros animales, resulten poco o nada eficaces cuando se trasladan al hombre, o tengan efectos diferentes.

Por ejemplo: el descubrimiento por Judah Folkman de que la  angiogénesis ( la formación de nuevos vasos sanguíneos) era un mecanismo esencial para que los tumores pudieran crecer , supuso una gran revolución en el cáncer.  Michael O'Reilly entró a trabajar en su laboratorio y al cabo de dos años consiguió aislar la hormona angiostatina que bloqueaba la producción de vasos sanguíneos. Su utilización en ratones con cáncer produjo resultados extraordinarios, por lo que hizo crear grandes expectativas. Sin embargo en humanos sus resultados son bastante decepcionantes.

Después de la conferencia de Antonio Alcaide, hicimos algunas pruebas de corta duración con alimentos en  en nuestra familia, pero no vimos ningún resultado.
Finalmente, en marzo de 2010 nos decidimos a comentar nuestro hallazgo a un bioquímico jubilado que nos inspiraba confianza, el cual prometió vernos un día para hablar de los lunares, pero todavía lo estamos esperando.

En julio enviamos un correo a una endocrinóloga especialista en nutrición que nos comentó que le parecía muy interesante, pero que tenía mucho trabajo, y nos dijo que quizás podríamos escribir una nota en “Nutrición clínica y medicina hospitalaria”.

En noviembre de 2010 asistimos a dos conferencias en el CNIO de Madrid, programadas por la “X Semana de la Ciencia”. No conocíamos el CNIO y nos sorprendió agradablemente el edificio, el auditorio y el nivel de las conferencias. La doctora que nos dio la primera “Modelos animales para el estudio de enfermedades humanas” investigaba sobre cáncer de piel no melanoma y nos comentó que otra compañera suya investigaba el melanoma.Nos contestó amablemente a un correo en que le preguntábamos sobre cáncer basocelular y escamoso. También enviamos otro correo a su compañera y como no nos contestaba, se lo enviamos también a ella. No sabemos por qué, nunca nos respondieron.
La pregunta que les hacíamos era: ”Tengo entendido que el 25% aproximadamente de los melanomas se producen en los lunares melanocíticos. Si un producto (alimento o fármaco) consiguiera eliminar los lunares ¿eliminaría también, la posibilidad de que se produjera ese 25% de melanomas? Pienso que antes de eliminar el melanoma habría que pensar en eliminar primero los lunares, que supongo será más fácil”.

La pregunta era una forma de entrar en contacto, ya que para nosotros la respuesta está clara y es afirmativa. Lo del 25 % como tasa de producción de melanomas en lunares preexistentes no creemos que esté comprobado porque algunos oncólogos le dan un valor mucho más alto. La SEOM dice: "La mayoría de melanomas se originan sobre nevus preexistentes; solo menos de 30% son lesiones de “novo”. (3)


Pensamos que el efecto observado por nosotros se produce en cualquier célula melanocítica dañada no solo en los lunares.

Los lunares son estructuras sin ninguna función beneficiosa conocida por lo tanto eliminarlos no crearía ningún problema sino todo lo contrario.

El método se podría utilizar como una terapia preventiva (sobre todo en personas de riesgo de melanoma) y con pocos efectos secundarios, aunque si como creemos interviene la alergia éstos existirían temporalmente: dermatitis, picores, rinitis etc. Quizá ni siquiera sea necesaria la alergia sino solamente producir algunos de sus efectos por medio de inyecciones controladas de histamina y quizá también de algunas otras sustancias que se producen en casos de alergia.

Puede ser que el método funcione también como curativo o que alargue el tiempo de supervivencia en melanomas.

Por último, vamos a comentar dos estudios aparecidos en noviembre de 2010 y que tienen relación con nuestra alimentación y estilo de vida en 2003: uno se refiere a las frambuesas negras y el otro a la vitamina D.


 Bibliografia

1.- Di Bella, Giuseppe, Neuroendocrinology Letters 2009; 30(4) 1-000.
2.- Parham, Peter, Inmunología, Editorial Médica Panamericanas, S.A. 2006.
3.- http://www.seom.org/es/informacion-sobre-el-cancer/info-tipos-cancer/melanoma?start=2